La Real se negó a ello debido a la gran hostilidad que le profesaba la afición irunesa alegando la posibilidad de que se pudieran producir altercados públicos. Un zapatazo de Simao tras un saque de banda que rebotó en la espalda de Jurado se estrelló contra la red pegadito al palo. En el minuto 4, tras un excelente control, Agüero marcó un golazo ante el que nada pudo hacer el portero rival.