Para armar la clasificación, sobre 40 expertos de ESPN FC alrededor del mundo recibieron una lista preliminar de unos 250 futbolistas y técnicos para elegir los 10 mejores en cada posición. Porque todo el mundo esperaba que llegase al Mundial. Muchas portadas y muchos desprecios había tenido también que aguantar el seleccionador Luis Aragonés antes de llegar a la fase final de la Eurocopa de 2008 y callar a todo el mundo con la exhibición de España ante Rusia en el primer partido. Le hemos visto marcar dos goles al Madrid en el Bernabéu para eliminarles de la Copa del Rey, o marcar el 0-1 en el Camp Nou en cuartos de final de Champions. Porque Torres nunca ha sido de los que meten solo goles de relleno. Lo importante fue ver la ética profesional de Torres cuando se acercaba el Mundial de Sudáfrica. Con todo, con Torres cojo, lento y fuera de forma, Del Bosque recurrió a él en la final del Mundial para desatascar el 0-0. Porque todos sus entrenadores, incluso los que menos confianza le dieron, siempre han dicho de él que es un jugador “especial”, “distinto” o “carismático”. Y le hemos visto también siendo titular en la final de Champions en Milán, provocando un penalti que, si el propio Griezmann no hubiera estrellado en el larguero, podría haber sido una historia muy diferente.
Goles importantes que no marcó Jackson Martínez (que vino para ser titular por 36 millones), ni tampoco marcó Mario Mandzukic (que vino para ser titular por 22 millones), ni tampoco ha marcado Kevin Gameiro (que vino para ser titular por 30 millones). Cuando se confirmó el alcance de la lesión, tuvo que ser operado y recuperarse a contrarreloj. Nunca le vimos escupir a un cámara que le grabase de cerca en un momento difícil, ni tirar el micrófono de un periodista, ni pegar un pelotazo a la grada para desahogarse, ni salir de fiesta después de perder un partido. La importancia de Laporte dentro del Manchester City puede resumirse fácilmente: cuando sufrió una lesión de rodillas en el partido contra el Brighton en agosto pasado, la cual lo dejó por largo tiempo fuera de las canchas, el suceso fue considerado como el final de las aspiraciones de su equipo de ganar la Premier League.
La lesión se produjo en el minuto 2 de partido. Pero volviendo a la lesión. No está mal para ser los años malos. En sus momentos buenos y en sus momentos malos, a lo largo de toda su carrera, Torres nunca ha dejado de ser un jugador de los que se crecen en los partidos grandes. Tanta rivalidad ha tenido siempre Torres con el Madrid como amistad con su capitán Sergio Ramos, como ambos han demostrado en innumerables ocasiones a lo largo de los años. Es fácil decir que los años de Torres en el Chelsea fueron un desastre, porque sin duda fueron los peores de su carrera. Son fue una de las figuras clave en la carrera del Tottenham que los hizo llegar a la final de la Champions League en el torneo pasado, con un gol crucial contra el Borussia Dortmund en octavos de final y un triplete decisivo en la ida y vuelta de cuartos de final sobre el Manchester City. Como para decirles que el golazo de Villa a Chile llega porque el portero tiene que salir muy lejos del área a cortar una carrera de Torres.
Es fantástico a la hora de detener los remates y aporta un grado significativo de confianza a una defensa del City que ha sufrido fuerte desgaste recientemente y ha confrontado dificultades para igualar las últimas dos temporadas de invencibilidad en la Premier League. Su gol contra el Liverpool en enero pasado selló una victoria crucial para el City en su ruta al título de la Premier League y cuando está en su mejor forma física y con buen ritmo, desbordando por la banda izquierda, hay pocas cosas que se ven mejor en este deporte. No es una forma de hablar: había tanta prisa por operarle para cumplir los plazos que, al no poder volar a Barcelona para pasar por el quirófano del doctor Cugat (le cancelaron el vuelo por la nube de cenizas volcánicas), viajó desde Inglaterra en coche. Su tenacidad y técnica tienen un nivel tan alto que Saúl se encuentra perfectamente equipado para desempeñarse de forma sólida en prácticamente cualquier rol. Lo importante es que mientras Torres no conseguía triunfar en el Chelsea, mientras las aficiones rivales se reían de sus malas rachas y los tabloides hacían sangre con el alto precio de su traspaso y su escaso rendimiento, Fernando Torres siguió siendo un ejemplo.
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